Este es mi tercer “weightloss journey”. El primero fue cuando tenía 21 años: entonces pesaba alrededor de 80 kilos y un día me miré al espejo y me espanté. De inmediato comencé a comer lo mejor posible y a caminar mucho; en un lapso de seis meses llegué a pesar 62 kilos y me mantuve bastante tiempo. Luego fluctué entre los 58 y los 70, según las etapas. Mi segundo journey fue en el 2013: en las vacaciones de verano noté que no tenía resto para hacer un trekking sencillo y al volver decidí comenzar a hacer actividad física. Así fue como conocí Lights, donde me enseñaron a alimentarme inteligentemente y me iniciaron en los secretos del mundo fitness. Desde ahí bajé de 74 kilos a 66 pero luego de tres años me cansé un poco de la rigurosidad del gimnasio y de pesar la comida y anotarla acá y etc. y dejé de entrenar y de comer bien. Al principio pensé que no iba a subir pero rápidamente noté cómo los kilos volvían a instalarse y luego de varios meses de debatirme entre otras actividades que no me resultaron (como Pilates) y de no ponerme nunca las pilas con la comida, volví a mis cabales, retomé el plan de alimentación y empecé a entrenar por mi cuenta: todos los días por la mañana en ayunas por periodos breves (15-20 minutos) y dos tardes por semana en la plaza (con AJ Funcional Fitness), donde a los ejercicios acostumbrados se le suma un circuito aeróbico o cardio. En este nuevo weightloss journey sumé, además, el evitar (aunque no siempre se puede) los alimentos ultraprocesados, especialmente los cereales de desayuno, galletitas, barritas, etc. y restrinjo (me cuesta) el consumo de cosas dulces. Ahora estoy usando la app en el telefonito y me está resultando de gran ayuda para controlar mejor las calorías. Mi objetivo actual es llegar a un peso que oscile entre los 65 y los 67 kilos. ¡Allá voy!